Las acciones preferentes son un tipo especial de acciones emitidas por una empresa que otorgan a los accionistas ciertos beneficios, especialmente en términos de pago de dividendos y preferencia sobre los activos en caso de liquidación de la empresa, pero generalmente no les otorgan derechos de voto en las juntas de accionistas.

Detalles sobre las acciones preferentes:

1. Preferencia en dividendos: Los accionistas preferentes tienen prioridad para recibir dividendos antes que los accionistas ordinarios. Además, los dividendos de las acciones preferentes suelen ser fijos, lo que proporciona un ingreso más estable en comparación con las acciones ordinarias, cuyo dividendo puede variar.

   
   

2. Falta de derecho a voto: En la mayoría de los casos, los accionistas preferentes no tienen derecho a voto en las decisiones corporativas, a diferencia de los accionistas ordinarios que sí pueden votar en juntas de accionistas sobre cuestiones clave, como la elección de directivos o fusiones.

   
   

3. Preferencia en liquidación: Si la empresa se liquida o entra en bancarrota, los accionistas preferentes tienen prioridad sobre los ordinarios para recibir un reembolso de su inversión, aunque detrás de los acreedores de la empresa.

   
   

4. Tipos de acciones preferentes:

   
   

   • Cumulativas: Si la empresa no paga dividendos en un año determinado, estos dividendos se acumulan y deben ser pagados a los accionistas preferentes antes de que los accionistas ordinarios reciban cualquier pago.

   • No cumulativas: Si la empresa no paga dividendos en un año, el accionista preferente no tiene derecho a exigir los dividendos no pagados en el futuro.

   • Convertibles: Los accionistas pueden convertir sus acciones preferentes en un número predeterminado de acciones ordinarias en el futuro, lo cual puede ser beneficioso si el valor de las acciones ordinarias aumenta.

   • Rescatables: La empresa tiene la opción de comprar (rescatar) las acciones preferentes en una fecha futura a un precio preestablecido.

     
     

5. Rentabilidad y riesgo: Las acciones preferentes son vistas como un híbrido entre acciones y bonos, porque ofrecen un rendimiento más estable (a través de los dividendos fijos) pero sin el mismo potencial de crecimiento de capital que las acciones ordinarias. Además, conllevan menos riesgo que las acciones ordinarias debido a su preferencia en los pagos, pero más riesgo que los bonos, ya que están subordinadas a los acreedores en caso de liquidación.

   
   

6. Estabilidad del ingreso: Debido a los dividendos fijos, las acciones preferentes son atractivas para inversionistas que buscan ingresos regulares y menos volatilidad en comparación con las acciones ordinarias.

   
   

Ejemplo práctico:

Si una empresa paga un dividendo de $5 por acción preferente de manera anual y no puede hacer ese pago en un año específico, en el caso de las acciones preferentes cumulativas, los $5 se acumulan y deberán ser pagados cuando la empresa recupere liquidez, antes de pagar dividendos a los accionistas ordinarios.

En resumen, las acciones preferentes son ideales para los inversionistas que buscan una mayor seguridad en los pagos de dividendos y preferencia en la liquidación, aunque sacrifican el derecho a participar en la toma de decisiones corporativas.